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jueves, 3 de enero de 2019

HIPOXIA - "Ruinae Ira, Creans Ruina eo Tempore Est -Monumentum ab Khaos II" (THE WAY OF THE HERMIT; Maestitia II CD, 2018)


El nuevo disco de HIPOXIA me ha dejado totalmente descolocado. Si bien su Doomrehearsal (2009) apuntaba maneras, cuando me estalló en la cara aquel soberbio debut homónimo en 2012, Hipoxia, mi pódio de bandas dentro del Funeral Doom hispano tuvo que retocarse. Para reafirmar esto, luego vino la fabulosa cinta Split con GANGRENED editado en FÉRETRO RECORDS, al igual que su penúltimo trabajo hasta la fecha, el grandioso Si Devs Esset Occidendvs Erit -Monvmentvm ab Khaos I.

Después de todo este tiempo, cuando me entero de su fichaje por THE WAY OF THE HERMIT, subdivisión Doom de DARKWOODS, casi doy palmas con las orejas. Poco a poco voy consiguiendo detalles y ahora que me pongo el disco caigo totalmente rendido al trono de huesos pajizos que conforman el hábitat natural de esta grandísima banda de Madrid, que para la ocasión son:

K Drums 
JK Guitars & Noise 
E Nihilspells & Lyriks 
JM Guitars 
O.S. Bass & Deconstructions 
With the colaboration of Ü (Synths)

En cuanto a los detalles técnicos el disco se graba y masteriza en los HPX Studio por O. Speers & Hipoxia (Mar’17 - Jan’18) menos las baterías que se graban en Crystalcave by K (Mar’17). Diseño y aspecto gráfico es obra de THE BLACK TRIANGLE PRODUCTIONS, existiendo edición limitada a 40 copias con SlipCase y la edición normal en Jewel Case.


O sea, quinteto con un ángulo no euclidiano. Dicho lo cual, me gustaría hacer una reflexión antes de meterme de lleno en el disco. Invariablemente, a pesar del número de escuchas que llevo de él, su textura me transmite sin quererlo a un determinado momento de la historia del Doom/Death. La razón son esas lánguidas voces recitadas/susurradas dentro de un clímax épico pero a la vez ultranegativo... como si vinieran de un espacio lleno de materia negra. Pulso play y lo explico mejor:

El disco en cuestión, o EP, es Pentecost III de ANATHEMA, donde DARREN WHITE transformaba ya la voz en un elemento más con el que componer... el soundscape vocal, ese deje casi llanto que acaba impregnándolo todo es según mi humilde opinión, uno de los elementos centrales que caracteriza esta monumental obra de HIPOXIA. Pero claro, el grueso musical aquí es suma de diversos elementos; por un lado esos primeros ANATHEMA pero despojados de cualquier atisbo romántico que se nos pueda ocurrir, y metiendo las melodías en una grumosa melaza a lo EVOKEN, dioses capaces de amortajarte en vida con repeticiones hasta la extenuación de un mismo motivo musical. 


HIPOXIA mantienen intactas sus características pero han crecido tanto como músicos que son capaces de darnos dos temas en 38 minutos y no aburrir ni un sólo instante. Guitarras que se crecen, que se expanden, que emulsionan y evaporan. Una batería que me recuerda a grandes bandas americanas como SPECTRAL VOICE o tirando más atrás de los mismos MORGION. Las voces limpias, lejanas o pegadas a nuestra misma faz escupiendo desde el mismo estómago frases guturales remanentes de su inquietud por el Drone aunque el conjunto a mí me traiga a la cabeza otras cosas.

Esto ha sido "Urine on sacrifice's wounds" que se difumina de forma más experimental con la pieza corta de teclados en "Nexus". Por otro lado, "Purification Through Amok" tiene una faceta más ritualista (aquí entra de lleno el Drone) con toques a grandes proyectos como BONE OF THE BLACK OWL, los NEUROSIS de cuando eran divertidos o cosas más nihilistas a lo WORSHIP, CELESTIIAL o FUNERAL MOTH. Lentamente se va mutando a un Blackened Doom reforzado por las dobles guitarras y una base rítmica de cariz procesionario. 

Atentos al clímax impresionante del final, con unas voces entre death y black intercaladas con otras susurradas, un interludio semiacústico con teclados que explota en una ordalía de Black depresivo con una facilidad que asusta. HIPOXIA han grabado una monstruosidad de disco. Otra pieza de culto que se aleja de los cánones habituales de las modas musicales en cuanto a música oscura patria para una banda que merece todo el respeto como lo que son, una grandiosa agrupación. 

La oscuridad sigue patente pero más refinada abriéndose el abanico hacia otras texturas igualmente lúgubres, con lo que se hace bastante difícil etiquetarlos. Lo que antes eran largas excursiones de Drone ahora se funden con acetábulos que vertebran la música para refrescar estilos algo ya manidos como el Death/Doom o el Black Depresivo y por fortuna, alejándose del Sludge pantanoso tan transitado en nuestros días.

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