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viernes, 6 de junio de 2014

HIDDEN FORCES TRIO en LA CLOAKA, MÁLAGA (5-06-14)


Decía Amiri Baraka en su impresionante recopilación de artículos Black Music: Free Jazz y Conciencia Negra que La Nueva Música en sus inicios sólo podía escucharse en algunos garitos del Lower East Side y Lofts privados de algunos artistas. Citando textualmente: "...otra manifestación de la confusa escena del Jazz ha sido el comienzo de Jazz de Loft, es decir, ya no solo sesiones sino conciertos arreglados formalmente que tienen lugar en lofts, y en los que tocan algunos de los mejores músicos jóvenes de la ciudad. Para estos conciertos se hace muy poca publicidad, por lo limitado de las finanzas de sus organizadores que, en muchos casos, son los mismos músicos; se pone un pequeño aviso en el Village Voice y se pegan unos carteles hechos a mano en lugares importantes del Downtown...".

Este artículo de Leroi Jones de mediados de los 60 nos muestra un significativo dato con el que me gustaría trazar un quizás imposible y rocambolesco paralelismo. A contracorriente de la supuesta escena oficial del Jazz, del mainstream y de la música más o menos fácil, un puñado de músicos curiosamente provenientes algunos de ellos del Metal se meten de lleno en un terreno puramente Avantgarde y forman una especie de pseudo escena alternativa donde la improvisación, el Free Jazz, y en definitiva la música libre de ataduras y prejuicios se convierte en bandera de una especie de revival de la New Thing. Porque conciertos como el que nos ofrecieron ayer los Sevillanos en La Cloaka (Málaga) está claro que son OTRA COSA.

Una música profundamente visceral, emotiva y movida por impulsos, texturas, sensaciones y olas de sonido que colonizan tu cuerpo y lo hacen vibrar, no importa lo que luches porque igualmente acabarás exhausto. Que se trata de una corriente paralela al circuito oficial del Jazz es seguro... y es que ver a Hidden Forces Trio tocando por ejemplo en el Portón del Jazz de Alhaurín podría considerarse una aberración; y no lo digo por ningún tipo de clasicismo, enaltecimiento del Free o movidas sectarias; lo digo porque la música del trío Sevillano no sólo es música, es un arma. Una arma de comunicación, un arma arrojadiza sonora que destrozaría los principios de muchos acomodados músicos que basan su liturgia en acordes y ritmos estándard. 



Desde el salvajismo de las más oscuras sesiones Aylerianas para la Esp Disk, el entrecortado ritmo cuasi thrashero del Downtown neoyorquino y los experimentos sonoros de músicos como Simon H. Fell hasta los exabruptos ruidistas a lo Frith y compañía, pero tapizados por un ritual y tribalístico uso de los golpes sonoros que me traen a la cabeza a los primeros improvisadores de Chicago (Lester Bowie, Wadada Leo Smith, Roscoe Mitchell, Kalaparusha Mcintyre o la Art Ensemble of Chicago de discos como Reese and The Smooth Ones).



La batería de Borja se convierte en una auténtica ferretería sonora capaz de transmitirmos la textura del metal a través de la suavidad del drone percutor más orgánico (impresionantes sus transiciones desde los tempos más lentos deudores del Sentencia de Orthodox a los más crípticos y salvajes desarrollos percusivos). Geniales los sonidos más campaniformes tocados con arco en una especie de delirio de meditación tibetana. Los pranayamas yóguicos circulares de Gustavo a los vientos dejan en pañales a muchos saxofonistas reconocidos (fantástica su interpretación al clarinete bajo sin la boquilla en una especie de reconvertido Digeridoo). Y por cierto que es realmente importante experimentar esta música en directo y sentir los golpeteos de los dedos en el instrumento o las inflexiones respiratorias para coger aire. Soberbio.


Sobre Serrato no sé que más decir. He escrito mucho ya sobre los sonidos que extrae al contrabajo, tanto en taping como con arco. Desde las melodías más lúgubres que se recogen en su último disco Seis Canciones para Cuervo hasta las chirriantes y asfixiantes cortinas de sonido de su proyecto Jacob. Su forma de tocar el contrabajo en Hidden Forces Trio es agresiva, ancestral y muy profunda. Uno de los músicos más prometedores del panorama nacional.

Y poco más que añadir. Una sala con un buen aforo; buen sonido, buena gente y cervezas y serranitos con queso, especiales a este lado del Atlántico.

4 comentarios:

  1. ¡Gran crónica!. Fué un concierto alucinante, y una demostración más de que el Free Jazz se vive plenamente en directo.

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  2. Cierto!. Gracias Míster... tienes razón... la experiencia plena es en directo. Sobrecogedores los ruidos de los cambios de notas en los trastes de Gustavo.
    Ojalá tengamos más experiencias de estas por Málaga.

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  3. Que pena que Málaga me quede un poco lejos. Hubiera gozado del concierto como la noche en que se presentaron en Madrid de la mano de Montaña Mágica.
    Gracias por refrescarme la memoria con tu crónica Coronel.

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  4. Seguro que tendremos más oportunidades. Un abrazo Doctor!

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