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lunes, 7 de octubre de 2013

THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALING LEIGH (RODRIGO GUDIÑO; CANADÁ, 2012)

"Leon Leigh, coleccionista de antigüedades, ha heredado la casa de su madre, con la que perdió el contacto hace tiempo y que se quitó la vida. Pronto se dará cuenta de que el caserón es en realidad un santuario en el que la mujer rendía culto a los ángeles. Una serie de extraños fenómenos llevarán a Leon a creer que el espíritu de su madre sigue en la casa y está tratando de ponerse en contacto con él."

RODRIGO GUDIÑO, fundador de la prestigiosa revista RUE MORGUE, salta del mundo del corto al largometraje con esta extraña THE LAST WILL AND TESTAMENT OF ROSALING LEIGH.

Enmarcada dentro del género de fantasmas y casas encantadas, la cinta tiene el suficiente barroquismo para situarse también dentro del género gótico, merced a una estupendísima ambientación a base de antigüedades y objetos que recubren literalmente cada centímetro cuadrado de la casa donde se desarrolla la trama.

El aire enrarecido es otra de sus bazas, junto con su manera de narrar, lenta y sincopada... llena de sutilezas y sin "explosiones" paranormales sin sentido. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y no me quito de la cabeza durante todo el metraje la sensación de estar viendo un telefilm (no sé si es por la fotografía utilizada o el brillante uso de la luz en contraste con una penumbra que parece no guardar nada para sí misma). AARON POOLE está correcto, sin demasiadas pretensiones dramáticas.

El guión se hace fuerte cuando se narran las historias alrededor de la secta y el santuario, con algunas escenas realmente muy conseguidas y perturbadoras... la cosa decae sin embargo cuando se nos presenta la posibilidad de una enfermedad mental en el protagonista. Y así la cosa va desarrollándose hasta que termina todo abruptamente y quedamos con la sensación de que no hemos atado todos los cabos sueltos...

Hace una semana que la ví y todavía no sé si me gustó lo suficiente para traspasar la línea férrea del aprobado hacia uno u otro lado de la balanza. Tras releer mi reseña me doy cuenta de que quizás me ha resultado lo suficientemente interesante y distinta para darle el aprobado.


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