FLIGHT (ROBERT ZEMECKIS; ESTADOS UNIDOS, 2012)

"Tras un aterrizaje de emergencia gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el capitán Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es agasajado como un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se descubre que, probablemente, fue precisamente el piloto quien puso en peligro la vida de los pasajeros debido a su alcoholismo. (FILMAFFINITY)"

ATENCIÓN, ESTA CRÍTICA DESTRIPA TROZOS DE LA TRAMA... ¿LA TRAMA..., QUÉ TRAMA?... ¿QUE QUÉ TRAMO...? CUESTA ABAJO ES EL TRAMO... CUESTA ABAJO Y SIN FRENO.

El afamado y alabado director ZEMECKIS (para más nombres, ROBERT), nos la ha dado con queso con esta película. Lo primero que te llega de un producto como FLIGHT es la crítica de los medios... extraño, pero cierto. Lo segundo que te llega es la publicidad... de hecho, es difícil coger un autobús ahora mismo y no encontrarse el poster de la película en la parada. 

Tras esos acercamientos preliminares que nos van abombando la cabeza llega la película en sí... 138 minutos de un anodino, simplista y ridiculizante drama en los que su director reduce a la altura del betún el alcoholismo, las adicciones, la religión y todo lo que encuentra en su camino.

En FLIGHT todos sus personajes son estereotipados hasta el absurdo. Los alcohólicos lo son de manual, los yonquis parecen sacados de una sala de videojuegos de los 80, camellos estrambóticos, los jueces y periodistas que parecen recortados de otros cientos de films y pegados en este, y por último, la fe en Dios es exacerbada hasta el punto del fundamentalismo. Vaya, que el señor ZEMECKIS no se anda con sutilidades y nos deja el rol de cada personaje tan claro que no tengamos que andarnos con especulaciones. Cine bien masticadito y deglutido para gente ávida de sensaciones blancas o negras, sin confusiones ni sorpresas.

Se podría destacar la actuación de DENZEL WASHINGTON pero la verdad, tampoco es que me haya dejado con la boca abierta ni nada de eso... y es que el algoritmo de su actuación vendría a ser el siguiente: ahora bebo, no bebo, bebo, bebo, bebo, bebo, no bebo, bebo mucho, bebo muchísimo, no bebo un  poco, vuelvo a beber, me curo... ala, y que sepáis que este algoritmo es la base del guión en la que está fundamentada la película. Ni siquiera uno de mis actores preferidos de Hollywood como es JOHN GOODMAN resalta entre tanto despropósito, es más, su papel es el más tontuno de su carrera... y para qué hablar de KELLY REILLY, la peor yonqui que ha visto el cine; es más, creo que la mala cara de la droga le dura un par de escenas, porque luego se rehabilita tanto que ni vuelve a salir en la última media hora de la película... bueno sí, pero en fotos.

Por lo tanto, FLIGHT es simple hasta la extenuación. La típica película americana donde un personaje alcanza la redención a través de un infierno personal que ni es infierno ni nada, oiga. Destacables los primero minutos por la emoción del aterrizaje y los efectos especiales que siempre acuden en ayuda de una mala película para distraer la atención hacia otro lado. 

Otro papelón es el del hijo de DENZEL en el film. Primero el hijo lo odia y luego de repente lo quiere tanto que... tachán, tachán... cuando va a visitarlo a la cárcel le dice que está preparando un trabajo o entrevista para sus estudios que se llama: "LA PERSONA MÁS FASCINANTE QUE HAS CONOCIDO"; y el tío, ni corto ni perezoso, saca una grabadora del bolsillo para hacerle una entrevista a su padre... y es ahora cuando me tomo el antihemético antes de que los retortijones del vuelo me hagan más daño de lo previsto. INFUMABLE Y UN INSULTO PARA LOS AMANTES DEL CINE.