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viernes, 30 de noviembre de 2012

CRÓNICA FANCINE 22 (DOMINGO 25)

Amanece el Domingo y tras un leve descanso mi GPS interno, (es decir, la fuerza de la costumbre) me lleva directamente al Palco de la Sala 1 del Albéniz. En el palco lo de siempre... mismas caras, pocos medios oficiales (es decir, ningún medio oficial tipo Canal Sur y similares) y un aroma a solemnidad nada desdeñable. Uno de los detallazos del Cine Albéniz es regalarte el Diario Sur del día, donde nuevamente compruebo el caso omiso que le hace dicho diario a FANCINE. Ni siquiera en la cartelera o las actividades del día se refleja nada del Festival... no sé... es algo que tendría que darme igual pero no es así; me mosquea mucho el vacío que le hacen los medios a la Semana de Cine Fantástico y de Terror... eso sí, el nonagésimo cuarto homenaje que le hacen a un famoso poeta y columnista (no doy nombres) sí que viene a toda página... también los resultados de la 3ª división Z de liga de fútbol de prepúberes... en fin, que me voy a callar ya no sea que me veten por ahí.
 
Empiezan la sesión de Cortometrajes de Animación y me doy cuenta de que algo no va bien... un intenso dolor de cabeza cual SCANNERS me asalta el lóbulo temporal. Una de las peores jaquecas y migrañas que he tenido en la vida y que me hace abandonar la sala en busca de una farmacia de guardia... lástima, porque la verdad es que los 3 cortos que vi me gustaron bastante (espero que a final de semana pueda acudir a la repetición del pase).
 
Una vez algo más recuperado empieza ERRORS OF THE HUMAN BODY (Eron Sheean; Alemania y Estados Unidos, 2012) protagonizada por Michael Eklund que tanto me gustó en THE DIVIDE de Xavier Gens. Un lento y soporífero thriller científico digno de un Robin Cook en horas bajas y con aires a LA MOSCA de Cronenemberg pero sin la gracia y la crudeza de aquella. En su parte final se hace larguísima y te quedas esperando un giro de guión que le de la puntilla a la cosa pero por desgracia no llega y todo se queda en un bluff... lástima.
 
A continuación y sin un respiro (nota mental: conseguirme una bombona de oxígeno para el próximo año) empieza PASTORELA (Emilio Portes; México, 2011), donde una disputa por el protagonismo en una obra de teatro tradicional navideña conocida como pastorela en la Parroquia de San Juan de Nenepilco da pie a una descabellada y divertidísima comedia digna de un primerizo Alex de la Iglesia. Fresca y divertida, PASTORELA está protagonizada por el impresionante Joaquín Cosío y es una especie de remedo a lo El Día de la Bestia pero más centrada en el humor. Diálogos chispeantes y mucha irreverencia en este fantástico film mexicano que se llevó el aplauso del público.
 
Para terminar la jornada de hoy un plato fortísimo: ANTIVIRAL (Brandon Cronemberg; Canadá, 2012). Precedida por buenas críticas y premios, entre los que cabe contarse el premio a la mejor ópera prima en Sitges 2012. Como siempre en este tipo de films, el público da mejores críticas que los cinéfilos de postín, y como no soy seguidor de la opinión de nadie, aquí va la mía:
Antiviral es una brutalísima, cruda y descarnada visión de futuro del famoseo y el amarillismo de la prensa de hoy día... una especie de Un (Anti)Mundo Feliz de Huxley o  Metrópolis de Lang a lo Cronemberg Padre. Imágenes tan frías y desangeladas como en ocasiones repulsivas... todo un tour de force narrativo ingeniosamente estructurado y llevado a buen puerto... ecos a La Mosca, Existenz y todo el oscuro mundo interior del cine Cronembergiano pero adapatado a las nuevas generaciones en el primer trabajo de su hijo Brandon Cronemberg. Nuevamente aplausos del público y a la salida comentarios sobre lo desagradables que resultan algunas imágenes...
 


Una hamburguesa rápida antes de coger el autobús nocturno... un poco de música y buena lectura (en concreto fancines de cine de terror serie b) y al llegar a casa la sensación de que alguien me observa... tras darme cuenta que soy yo mismo reflejado en un espejo al lavarme los dientes me dispongo a acostarme en la cama cuando me doy cuenta de que no estoy solo... ah, es mi mujer que está en la cama dormida... al dormirme me doy cuenta de que he olvidado cerrar la puerta así que me despierto voluntariamente, la cierro y me acuesto y me doy cuenta de que no he dado buena cuenta del dulce que hay en la nevera, así que me dispongo a ello. A la cuenta de tres terminaré esta crítica: tres... dos... uno...

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