CORONEL MORTECINE...

¿Queréis pasar una noche de cine distinta?... Aquí os dejo dos propuestas interesantes para un sábado noche de madrugada que estéis hartos de tantos reality shows. Que disfrutéis de la velada...

301/302 de Cheol-su Park (1995)

Curiosa película de terror psicológico coreana de 1995 que nos muestra la extraña relación entre dos vecinas de apartamento con traumas del pasado: una escritora víctima de abusos y una chef engañada por su marido. Ambas conviven solas en un bloque de apartamentos aséptico del que solo vemos prácticamente las puertas de sus viviendas: la 301 y la 302. Sin querer revelar demasiado sobre la trama, solo indicar la magnífica interpretación de ambas actrices que nos sumergen en un submundo de complejos y traumas donde una de ellas es anoréxica y la otra chef de cocina... os podéis imaginar por donde van los tiros de la trama. Ambientación bastante bien conseguida aunque se vuelve un poco predecible hacia la segunda mitad.
Como curiosidad, deciros que se está haciendo un remake estadounidense (SÍ, LO JURO!!!) con el original nombre de 10A/10B y que contará con la dirección del mismo Cheol-su Park y con Marisa Tomei y Liv Tyler de actrices... dios los cria y ellos se juntan.



THE VIOLENT KIND de The Butcher Brothers (2010)



Aberrante y divertidísima cinta de terror que mama de las raíces del mas añejo y cutre cine de videoclub y con claras reminiscencias Sam Reiminianas (Evil Dead)... si a todo ello le pones unos correctos efectos gore y unas pizcas de postproducción digital, unos personajes que parecen recién salidos de cualquier bar de carretera del norte de Estados Unidos, y un psicodélico ambiente a lo años 50 y Grease (música de guateques incluida), el resultado no puede defraudar en la vida...
Dirigida por The Butcher Brothers, sobrenombre que reciben los directores americanos Mitchell Altieri y Phil Flores, autores de otros divertidos engendros como THE HAMILTONS (2006), alían sus fuerzas en este conglomerado de géneros.
Una película que empieza cutre y sosainas y que va creciendo cada vez más a base de vueltas de guión hilarantes; lo que al principio parecía un subproducto de baja calidad de serie z, acaba convirtiéndose en un festival gore y divertido (con sus limitaciones de presupuesto lógicas) que te hacen desear que no se acabe. A destacar la aparición de la banda de los Rockabillys, que es simplemente demencial...